¿Qué harías si no tuvieras miedo? Hoy somos el resultado de las decisiones que tomamos ayer, mañana seremos el resultado de las decisiones que tomemos hoy. La forma de cambiar nuestra situación depende generalmente en gran medida de las decisiones que tomamos y de la forma de como nos enfrentamos a nuestro día a día.
Descubrir cuál es nuestro talento, entenderlo, valorarlo, buscarle su sitio, luchar por él y ser capaz de convertirlo en el eje de nuestra vida depende de nosotros.
Todo comienza en nuestra cabeza, es allí donde debemos cambiar primero, si cambiamos la forma de hacer las cosas es muy posible, que poco a poco, las cosas vayan mejorando para nuestras vidas.
¿Qué es el miedo?
Es un mecanismo de defensa instalado en nuestro cerebro: Su funcionamiento es como una alarma, Cuando percibimos algún estimulo de los que tenemos catalogados como peligrosos, la señal se activa y el miedo nos inunda.
Tipos de miedo
Racional: es innato y se desarrolla en edades tempranas; evita que realicemos actos que atentan, claramente, contra la vida.
Irracional: responde a una amenaza imaginaria; dependiendo de su intensidad, puede degenerar en tensión, temor, ansiedad, fobias…
Este miedo es el que sientes cuando por ejemplo crees que tu jefe te va a despedir del trabajo, o cuando tienes que enfrentarte por primera vez a hablar en público o cuando te enfrentas a una nueva situación.
La persona que sufre un miedo irracional en su cuerpo está sintiendo un miedo completamente real.
Huir de tus miedos o fingir que no existen no te hacen más hombre.
¿Qué provoca el miedo?
El miedo desencadena una serie de reacciones: aumenta la cantidad de adrenalina y de glucosa, la presión arterial sube, se acelera la respuesta cardíaca y se produce una trasmisión sanguínea extra hacia los músculos, preparándonos para la huida o la defensa, entre otras consecuencias.
Es un miedo a algo que puede o no ocurrir. Es totalmente dependiente de tus pensamientos.
Tus miedos te impiden brillar
Porque el problema de verdad viene cuando ese miedo irracional gobierna nuestra vida y nos impide hacer lo que queremos hacer. Cuando ese miedo se instala en nuestra vida y le dejamos ganar.
El miedo frena, el miedo te hace huir, el miedo te paraliza.
Tus miedos están justo delante de lo que más ansías, lo que más quieres y lo que más necesitas hacer.
Si no tuvieras miedo, ¿dónde estarías?
¿quién podrías llegar a ser? ¿Qué tan lejos podrías llegar?
Ni siquiera tú lo puedes imaginar. Por eso te da miedo. Te das miedo a ti mismo, te asusta tu potencial.
Creo que cada uno puede conseguir cosas maravillosas, creo que te asustas de lo lejos que puedes llegar.
Afronta tus miedos
- Detecta las señales que te indican dónde están tus miedos
La procrastinación también suele ser una señal, pues te hace evitar que hagas aquello que temes (de una u otra forma) para no tener que sufrir.
- Descubre lo que hay detrás de ellos.
Piensa ¿qué es lo que más temor me da ahora mismo?
En cuanto lo tengas, sabrás por qué te da ese temor, porque justo detrás está algo que realmente quieres: mejor salud, belleza, reconocimiento, amor, seguridad, autorrealización.
Y cuanto mayor es el temor, mayor es la recompensa.
- Los miedos se superan afrontándolos. Ve poco a poco
¿Quieres lograr tus sueños?
Pues afronta tus miedos. Es como el viaje del caballero que tiene que luchar con el dragón para rescatar a la princesa.
Tus miedos perderán fuerza a medida que tú te hagas más grande.
- Haz revisión: ¿era tan grande ese temor? ¿era real o imaginario?
En cuanto hayas vencido ese temor, haz balance. ¿De verdad era tan grande ese temor que te paralizaba? Echa la vista atrás y observa cuántos obstáculos has superado que en su momento te daban un temor atroz.
- Deja de temer y sal a brillar.
Estás aquí para brillar, estás aquí para triunfar, estás aquí para vivir. No dejes que el temor imaginario te corte las alas. Vuela y toca el cielo. Tú puedes hacerlo.
Haz lo que mas temas y perderás el miedo.
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